María Sabina

La sabia de los hongos

Sabia indígena y humilde sanadora: María Sabina estará siempre ligada a la historia del chamanismo y de los hongos sagrados en México. Conoce la historia de su vida y su legado.

María Sabina tenía tres años cuando nació su única hermana, María Ana. Al poco tiempo murió su padre y su madre quedó viuda. Se sabe que en el linaje de su familia había dos ancestros chamanes. Quizás por ello se dice que antes de los diez años descubrió de manera intuitiva el uso de los hongos y las hierbas. Los usó para curar a los enfermos de su comunidad.

Según la costumbre de su cultura, María Sabina fue entregada a los 14 años, sin boda ni noviazgo, a Serapio Martínez. Con él tuvo sus primeros tres hijos. Quedó viuda a los 20 años y comenzó a practicar su oficio de chamana. Durante las veladas nocturnas ingería los hongos que le permitían conectarse con sus dioses. Le ayudaban a averiguar, entre rezos y visiones, cuál era la dolencia de su paciente.

En una de las narraciones de su trance, María Sabina cuenta: “Hay un mundo más allá del nuestro, un mundo que está lejos, también cercano e invisible. Ahí es donde vive Dios, donde vive el muerto y los santos. Un mundo donde todo ha pasado ya, y se sabe todo. Ese mundo habla. Tiene un idioma propio. Yo informo lo que dice. El hongo sagrado me toma de la mano y me lleva al mundo donde se sabe todo. Allí están los hongos sagrados, que hablan en cierto modo que puedo entender. Les pregunto y me contestan. Cuando vuelvo del viaje que he tomado con ellos, digo lo que me han dicho y lo que me han mostrado”.