“Siempre pensé que la pintura debe nacer de una exploración incansable y estar en abierta comunicación con todo lo que afecta a las demás actividades humanas y a la realidad”.
Rufino Arellanes Tamayo nació en Oaxaca, el 26 de agosto de 1899. En 1907 murió su madre Florentina Tamayo y él quedó al cuidado de su tía Amalia, con quien vivió a partir de 1911 en la capital de la república. Después en 1917 se inscribió en la Academia de San Carlos, alternando sus estudios con la atención de un negocio de frutas en el mercado de la Merced. Dos años más tarde se dedicó a pintar e investigar por su cuenta.
Durante 1921 fue designado jefe del Departamento de Dibujo Etnográfico del Museo Nacional de Arqueología. En 1925 alquiló su primer estudio en la calle de La Soledad, donde pintó Dos mujeres en la ventana, Paisaje con rocas, Reloj y teléfono, El fonógrafo, Dos niñas mexicanas, Pareja con maguey, y diseñó un ex libris para Jaime Torres Bodet. En 1926 presentó su primera exposición de pinturas. Ese mismo año se trasladó a Nueva York, donde expuso sus obras en el Art Center. Regresó en 1929 y fue profesor en la Escuela de Bellas Artes. En 1932 estuvo al frente del Departamento de Artes Plásticas de la Secretaría de Educación Pública. 1933 realizó un mural en la Escuela Nacional de Música.
En los años siguientes expuso en San Francisco, México, Nueva York, Chicago y Cincinnati. Después en 1950 viajó a Europa, al tiempo que se instalaba la Sala Tamayo en la Bienal de Venecia, acontecimiento que despertó el interés de los críticos europeos.
A ese acto siguieron muchas exposiciones y premios. Varias instituciones de enseñanza superior lo honraron con el título de Doctor Honoris Causa, entre ellas la Universidad de Manila, en 1974; la Nacional Autónoma de México, en 1979, y la de San Francisco, Cal., en 1982.
Se le otorgaron innumerables honores y reconocimientos, tanto en el país como en el extranjero, entre éstos el Premio Nacional de Artes (1964) y el Colouste Gulbekian, por el Instituto de Artes de París (1969); la Legión de Honor de Francia (1970) y el grado de Comendador por la República Italiana (1971).
En 1985 el rey Juan Carlos de España le otorgó la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, y en 1987 el gobierno mexicano le otorgó la Medalla “Belisario Domínguez”.Ingresó a El Colegio Nacional a título de miembro honorario el 21 de mayo de 1991. Su discurso de ingreso fue contestado por el doctor Jesús Kumate, quien le dedicó las nobles palabras que la Academia Francesa le dedicara a Molière: “Nada hacía falta a vuestra gloria; usted hacía falta, muchísima falta, a la nuestra”.
El pintor Rufino Tamayo murió en la Ciudad de México el 24 de junio de 1991.