El Congreso de la Ciudad de México aprueba por unanimidad la Ley Malena, también conocida como Ley contra Ataques de Ácido. La reforma endurece sanciones y tipifica las lesiones como tentativa de feminicidio. Además, modifica la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia e instruye a la Secretaría de Salud para llevar un registro de víctimas.

Esta ley ha sido aprobada en varios estados de México con el objetivo de proteger a las mujeres contra la violencia ácida. En Oaxaca, Baja California, Puebla y recientemente en CDMX, esta legislación establece penas de hasta 40 años de prisión para quienes cometan ataques con ácido.

Las modificaciones al Código Penal incluyen penas de 8 a 12 años de prisión y multas. La pena aumenta si el ataque es por género, buscando así una mayor protección para las mujeres.

Ana Francis López Bayghen expone la falta de registros oficiales de ataques con ácido en México, pero la Fundación Carmen Sánchez reporta 28 víctimas en 20 años, mayormente cometidos por hombres.

Se mencionan los derechos vulnerados tras un ataque, como salud, protección, trabajo y acceso a la justicia. Estas agresiones generan traumas profundos y afectan el desarrollo personal y profesional de las víctimas.

Marcela Fuente, una de las impulsoras de la reforma, agradece a las víctimas su fuerza y valentía para enfrentar esta problemática. Destaca la importancia de legislar en favor de la protección de las mujeres.

Ana Villagrán, legisladora del Partido Acción Nacional, resalta la urgencia de regular los establecimientos que venden ácidos, una propuesta que busca prevenir futuros ataques y garantizar la seguridad de la población.

El Congreso Local de Puebla en 2023 aprobó la “Ley Ácida” o “Ley Malena” , tipificando ataques con sustancias corrosivas como tentativa de feminicidio. La ley se aprobó con 37 votos a favor y reforma disposiciones del Código Penal del estado. Establece penas de hasta 40 años de prisión y multas de hasta 666 UMAs.

La legislación incluye el concepto de “violencia ácida” en la Ley de Acceso a una Vida Libre de Violencia. Aunque la saxofonista María Elena Ríos considera que la ley es incompleta, representa un paso importante contra la impunidad del 90% de los casos de violencia ácida.