La brujería engloba creencias, conocimientos y prácticas atribuidos a brujas o brujos con habilidades mágicas. Este conjunto de creencias tiene raíces desde las civilizaciones prehispánicas hasta la conquista española.

En la actualidad, la brujería persiste en comunidades urbanas y rurales. Desde prácticas ligadas a pactos con entidades sobrenaturales hasta la lectura de cartas, este arte antiguo tiene diversas expresiones en México. Este abanico de métodos refleja la riqueza y diversidad de esta tradición arraigada en la cultura mexicana.

En la brujería mexicana, la fe se dirige a diversas entidades, entre ellas, la Santa Muerte y Malverde. Estas figuras adquieren un grado de veneración, y se les atribuye el poder de otorgar o quitar según las peticiones de los practicantes.

La práctica de la brujería en México a menudo se acompaña de la veneración a santos. Estos santos se convierten en entidades a las que se les confiere fe y creencia en su capacidad para influir en el destino y cumplir las peticiones de los devotos.

Amarres y Curaciones:

Estas acciones buscan influir en las relaciones personales y restaurar la salud, utilizando métodos ancestrales y rituales específicos. La fe en la brujería se traduce en acciones concretas.

Adaptación a la Modernidad:

La brujería mexicana ha evolucionado y se ha adaptado a la modernidad. La fusión de antiguas creencias con nuevas interpretaciones refleja la vitalidad de esta tradición, que continúa influyendo en la espiritualidad de muchos mexicanos.

Desmitificación y Reconocimiento:

Su reconocimiento cultural y la diversidad de prácticas demuestran la coexistencia de la brujería con otras expresiones espirituales en el país.Su preservación contribuye a la comprensión de las complejidades espirituales de México. Estas interpretaciones se convierten en guías para la toma de decisiones.