Un equipo de astrónomos ha descubierto un exoplaneta, denominado LP 791-18 d, que tiene un tamaño similar al de la Tierra y está cubierto de volcanes. Este planeta podría experimentar erupciones volcánicas con una frecuencia comparable a la luna Ío de Júpiter, el cuerpo celeste más volcánicamente activo de nuestro sistema solar.

Detalles del Descubrimiento

El planeta fue identificado y estudiado utilizando datos del Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito (TESS) y el telescopio espacial Spitzer, ambos de la NASA, así como un conjunto de observatorios terrestres. El hallazgo fue publicado el 17 de mayo en la revista científica Nature por un equipo liderado por Merrin Peterson, estudiante de posgrado del Instituto Trottier para la Investigación de Exoplanetas (iREx) en la Universidad de Montreal.

Características de LP 791-18 d

  • Tamaño y Masa: LP 791-18 d es un poco más grande y masivo que la Tierra.
  • Ubicación: Órbita una pequeña estrella enana roja a unos 90 años luz en la constelación de Crater, hemisferio sur.
  • Órbita y Actividad Volcánica: La órbita del planeta es elíptica debido a la interacción gravitacional con otro planeta en el sistema, LP 791-18 c, lo que provoca deformaciones y actividad volcánica.

Implicaciones Científicas

El planeta se encuentra en el borde interior de la zona habitable, lo que significa que podría tener condiciones para mantener agua líquida en su superficie. La actividad volcánica podría permitir la existencia de una atmósfera, haciendo posible la condensación de agua en el lado nocturno del planeta. Este tipo de actividad tectónica y volcánica podría ser crucial para la vida, al movilizar materiales esenciales como el carbono.

Observaciones Futuras

Se ha aprobado tiempo de observación del planeta LP 791-18 c con el telescopio espacial James Webb, y el equipo considera que LP 791-18 d es un candidato excelente para futuros estudios atmosféricos.

Contribuciones y Colaboraciones

El proyecto TESS es dirigido por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y administrado por el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, con colaboración de varias instituciones y observatorios globales. Los datos científicos del telescopio Spitzer, que fue retirado en 2020, siguen siendo un recurso valioso para la comunidad astrofísica y están disponibles públicamente a través del archivo de datos de Spitzer en el Centro de Procesamiento y Análisis de Infrarrojos (IPAC) de Caltech.

Este descubrimiento subraya el legado duradero de misiones como Spitzer y la importancia de la colaboración internacional en la exploración espacial y la búsqueda de vida fuera de nuestro sistema solar.