El objetivo de la evaluación del Sistema Penitenciario Nacional al Cereso de Tehuacán es presentar las condiciones de internamiento de las personas recluidas y que éstas sean acordes a sus derechos.
Se busca una estancia digna y la gobernabilidad eficiente de los centros, garantizando la integridad física de los reclusos, atendiendo a los grupos vulnerables, y promoviendo programas de la reinserción social efectiva.
En el transcurso del tiempo, se ha observado que los centros de reinserción social funcionan como lugares temporales donde los individuos permanecen con la intención de reintegrarse a la sociedad.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos ha llevado a cabo múltiples evaluaciones, destacando la carencia de personal de seguridad en algunos ceresos. Sin embargo, recientemente ha surgido una preocupación particular en torno al Cereso de Tehuacán, donde el área escolar para hombres presenta condiciones desfavorables.
La falta de mantenimiento adecuado, incluyendo la carencia de iluminación eléctrica, ventilación y mobiliario, ha creado un entorno poco propicio. Además, la salud de los reclusos se ve gravemente comprometida por la escasez de medicamentos y revisiones médicas.
En el área destinada a mujeres, se ha informado sobre ventanas sin cristales donde internas han sellado las ventilaciones por sus propios medios. Este cúmulo de problemas posiciona al Cereso de Tehuacán como el peor a nivel estatal.
Adicionalmente, los reclusos en este centro no cuentan con llamadas telefónicas, situación que agrava su aislamiento al impedirles la comunicación con sus familiares y amigos. Esta falta de conexión afecta significativamente su bienestar emocional y social.
En el ámbito estatal de Puebla, es crucial abordar estos desafíos sistémicos, buscando soluciones inmediatas para mejorar las condiciones de vida, educación y salud de los reclusos.
La colaboración entre autoridades y organismos pertinentes es esencial para implementar reformas que respeten los derechos humanos y fomenten la verdadera reinserción social.