El consumo consciente pasa por evitar los consumos superfluos, no derrochar recursos, mantener en buen estado lo que tenemos y reparar lo que se haya estropeado o deteriorado. El objetivo: consumir menos.
Tenemos cuatro grandes vías para reducir nuestro consumo:
1. Buscar maneras de satisfacer cada necesidad sin consumir
2. No derrochar, es decir, gastar solo los recursos estrictamente necesarios
3. Mantener en buen estado los objetos que tenemos o usamos
4. Reparar aquello que se nos estropee o se haya echado a perder
Replantear necesidades, satisfacerlas sin consumir
El objetivo del consumo consciente es exactamente el opuesto: evitar consumos superfluos.