A diez años de la represión en la BUAP: Crímenes impunes y una red de corrupción
Hace una década, la madrugada del 8 de febrero de 2015, el zócalo de Puebla fue testigo de uno de los episodios más oscuros en la historia de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Un grupo de 30 hombres armados irrumpió en la protesta pacífica de estudiantes en huelga de hambre, dejando una estela de violencia, tortura y desaparición forzada. A la fecha, estos crímenes permanecen impunes, mientras los presuntos responsables continúan en libertad.

Una madrugada de terror
A las 3:22 de la mañana, las luces del zócalo se apagaron y un convoy de camionetas irrumpió el sitio. Ocho jóvenes, de entre 15 y 23 años, fueron golpeados brutalmente, secuestrados y sometidos a torturas físicas y psicológicas. Entre las amenazas, los agresores advirtieron que correrían la misma suerte que los 43 normalistas de Ayotzinapa. Horas después, los estudiantes fueron abandonados desnudos y amarrados en un baldío.
A una década de estos hechos, ninguna autoridad ha respondido por el ataque, mientras que las víctimas y sus familias siguen exigiendo justicia.

El papel de Alfonso Esparza Ortiz y la estructura de represión
Según denuncias de los afectados y diversas investigaciones, la represión habría sido orquestada desde el interior de la BUAP por el entonces rector Alfonso Esparza Ortiz, quien ocupó el cargo entre 2013 y 2021. Durante su gestión, no solo se habría implementado una política de hostigamiento contra la comunidad universitaria, sino también una serie de esquemas de corrupción y desfalco del patrimonio universitario.

Entre las irregularidades denunciadas destacan:
- Malversación de más de 7,000 millones de pesos mediante facturación falsa.
- Uso del equipo Lobos BUAP para lavado de dinero.
- Contratos simulados y transferencias irregulares.
- Persecución de estudiantes y trabajadores críticos de su administración.
Uno de sus operadores clave fue Rodolfo Zepeda Memije, quien desde 2014 ocupó diversos cargos en la relación con estudiantes, facilitando las agresiones y represión dentro de la universidad.
Investigación por lavado de dinero
Actualmente, la Fiscalía General del Estado de Puebla mantiene abierta la carpeta de investigación 028/2020/UEIORPI contra Alfonso Esparza Ortiz, quien es señalado como cabecilla de una red de lavado de dinero que habría desviado al menos 671.6 millones de pesos entre 2014 y 2018, utilizando la universidad como intermediaria.
El esquema de corrupción involucra a 20 presuntos prestanombres, de los cuales siete ya han sido detenidos. Además, se han identificado 126 empresas “fantasma” y más de 4,500 facturas falsas por servicios inexistentes. Entre los implicados también figuran otros funcionarios de la BUAP como Oscar Gilbón Rosete e Isabel Martínez Hermoso, esta última con orden de aprehensión vigente por operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Exigencias de justicia
Las víctimas de la represión del 8 de febrero de 2015, encabezadas por uno de los secuestrados y torturados, José Fidel Sánchez Juárez y el presidente de la Asociación Civil Movimiento de Esperanza para la Transformación Social A.C., Ivan Soriano, han reiterado su demanda de justicia, exigiendo:
- Investigación y sanción a Alfonso Esparza Ortiz y su red de operadores.
- Esclarecimiento del papel de Rodolfo Zepeda Memije en los ataques a universitarios.
- Auditoría integral al período 2013-2021 de la BUAP.
- Transparencia sobre el caso Lobos BUAP y la facturación falsa.
- Reparación del daño para las víctimas de la represión.
- Garantías de no repetición de actos represivos.
💥 “Ver a Alfonso Esparza caminar como si nada, me dieron ganas de pedir justicia”, dijo José Fidel Sánchez quién acusó al ex rector de la BUAP de realizar actos de represión en 2015 bajo las órdenes del exgobernador Rafael Moreno Valle en contra de 8 estudiantes
Vía… pic.twitter.com/kKUS29fleL— Periódico e-consulta (@e_consulta) February 8, 2025
Un legado de impunidad en la BUAP
A pesar de los escándalos y denuncias, Alfonso Esparza Ortiz sigue en libertad, mientras su círculo cercano mantiene influencia en la actual administración universitaria. Recientemente, Esparza y Zepeda Memije fueron vistos juntos en eventos políticos, lo que refuerza las sospechas de que continúan operando en las sombras.
A diez años de la represión en la BUAP, las víctimas siguen esperando justicia. La memoria de estos crímenes sigue viva, como un recordatorio de la necesidad de erradicar la impunidad y garantizar una universidad libre de corrupción y represión.
Fue un 8 de febrero del año 2015, que estudiantes de la@BUAPoficial
fueron torturados amenazados al poco tiempo de lo ocurrido en Ayotzinapa, gobernaba Rafael Moreno Valle; y en la Máxima Casa de Estudios se encontraba Alfonso Esparza Ortiz y Zepeda Memije pic.twitter.com/OephytzhLg— editor ecp (@EcpEditor96951) February 8, 2025
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