Acatzingo en llamas por inseguridadAcatzingo en llamas por inseguridad

Acatzingo en llamas

Acatzingo está harto de la ola de asaltos, exigió más seguridad y la destitución del presidente municipal, Germán Coleote Jiménez.

El enojo estalló en la comunidad de San Juan Acozac, cuando dos individuos fueron detenidos por pobladores por robar un mototaxi. Sin embargo, el historial de liberaciones anteriores de supuestos delincuentes sembró el temor entre los habitantes, quienes temen que nuevamente los detenidos queden impunes.

Esta situación llevó a los vecinos a exigir justicia por su propia mano, lo que motivó la intervención inmediata de las autoridades, que activaron el protocolo anti linchamiento para evitar tragedias mayores.

Acatzingo en llamas por inseguridad

Incendio en la presidencia y toma de patrullas

La tensión aumentó cuando un grupo de ciudadanos se dirigió a la Presidencia Municipal de Acatzingo para exigir la entrega de los presuntos ladrones.

Ante la gravedad del escenario, se solicitó la intervención de elementos de los tres niveles de gobierno, incluyendo efectivos de la Guardia Nacional, la Marina y el Ejército Mexicano, quienes finalmente tomaron el control de la situación.


Germán Coleote: “No retrocederemos ante la presión”

En un comunicado emitido tras los disturbios, el presidente municipal de Acatzingo, Germán Coleote Jiménez, reconoció el miedo, enojo y frustración que padece la población, pero también condenó los actos de violencia ocurridos. Afirmó que los hechos del viernes no representan al pueblo trabajador de Acatzingo y reiteró su compromiso con la legalidad:

“Sabemos que hay enojo, frustración e incluso miedo. Pero también sabemos que la justicia no se construye con violencia. Hoy, más que nunca, necesitamos unidad, sensatez y confianza.”


Preparativos de marcha ciudadana y antecedentes de violencia

Antes de los disturbios, la población ya planeaba realizar una marcha pacífica el 14 de abril, en exigencia de mayor seguridad. Esta convocatoria surgió después de que dos mujeres fueran asaltadas en la avenida Francisco I. Madero, lo que elevó las alarmas entre comerciantes y residentes.

Los ciudadanos de Acatzingo reclaman al alcalde la firma de un compromiso público para reforzar las acciones de seguridad o, en su defecto, piden su destitución. Denuncian que desde octubre se han registrado al menos 23 asaltos con un patrón similar de violencia.

Acatzingo en llamas por inseguridad
Acatzingo en llamas por inseguridad

Sospechas, rumores y versiones encontradas

Durante los hechos, corrieron versiones no confirmadas de que en el operativo de rescate de los presuntos asaltantes fueron atropellados dos menores, lo que avivó aún más el enojo de la población.


El incendio de patrullas y ataque a la iglesia

Durante el clímax de la protesta, la furia de los manifestantes se dirigió no solo contra la presidencia municipal y las patrullas, sino también contra la iglesia principal del municipio, en la cual se rumoraba que uno de los presuntos ladrones se había refugiado. Los inconformes lanzaron piedras contra el templo, elevando aún más la gravedad del conflicto.

Ante la magnitud de los hechos, y para contener la situación, las autoridades ordenaron cortar el suministro eléctrico en gran parte de la cabecera municipal, medida que ayudó a dispersar a la turba.

Delincuencia organizada: ¿robo de mototaxis o autopartes?

La falta de claridad en las versiones oficiales ha generado aún más incertidumbre entre los pobladores, quienes insisten en la falta de resultados por parte de las autoridades municipales.

El panorama en Acatzingo es preocupante. La intervención de fuerzas federales ha brindado una ligera sensación de orden, pero el miedo, la indignación y la falta de confianza en las autoridades persisten. La comunidad se encuentra dividida entre quienes claman por justicia y quienes temen que la violencia escale aún más.

Germán Coleote ha reiterado que su gobierno actuará “con firmeza y responsabilidad”, pero muchos ciudadanos se preguntan si esto llegará demasiado tarde.

Urge un plan integral de seguridad y reconstrucción social

Los hechos violentos del viernes en Acatzingo son una llamada de atención para las autoridades estatales y federales. No se trata de un incidente aislado, sino del reflejo de un desgaste institucional, social y político frente a una delincuencia que ha encontrado terreno fértil ante la inacción gubernamental.

El municipio de Acatzingo necesita más que operativos de contención; se requiere un plan integral de seguridad pública, con participación ciudadana, fortalecimiento de las policías municipales, y sobre todo, el restablecimiento del estado de derecho.

Acatzingo pide paz, pero no una paz impuesta por la fuerza, sino una construida con justicia, compromiso y acciones reales.

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