México ha experimentado un crecimiento significativo en el sector de las energías renovables durante la última década. De acuerdo con el informe “El auge de las energías renovables pone de relieve la creciente brecha regional”, publicado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), el país duplicó su capacidad instalada de energía limpia entre 2015 y 2024, pasando de 17,412 megawatts (MW) a más de 34,000 MW. Esta expansión refleja tanto los beneficios de políticas públicas enfocadas en la inversión verde como los retos derivados de cambios políticos y económicos.


Evolución de la capacidad instalada: 2015-2024

El informe de IRENA destaca que en 2015 México contaba con una capacidad instalada de 17,412 MW en energías renovables. Para finales de 2024, esa cifra ascendió a 34,036 MW, lo que representa un crecimiento de prácticamente el 95%.

Este notable incremento se dio en un contexto de reformas estructurales impulsadas por el gobierno anterior, que permitió la participación del sector privado mediante subastas eléctricas de largo plazo. Estas subastas, iniciadas en 2015, fueron clave para atraer inversiones internacionales y tecnológicas hacia el país.


Subastas eléctricas: el motor del crecimiento renovable

En su primera etapa, las subastas eléctricas permitieron concretar 11 ofertas económicas de siete empresas ganadoras. Estas iniciativas generaron compromisos de inversión por más de 2,600 millones de dólares, que se destinaron a la instalación de 2,085 MW de nueva capacidad en energías limpias, principalmente solar y eólica.

Este modelo impulsó un auge en la generación de energía renovable entre 2015 y 2019, periodo durante el cual se alcanzaron tasas de crecimiento sostenido. Sin embargo, este impulso perdió fuerza tras el cambio de administración en 2018, cuando la nueva política energética priorizó el fortalecimiento de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y proyectos hidroeléctricos estatales.


Energía eólica: crecimiento fuerte pero desacelerado

La energía eólica fue uno de los sectores más beneficiados durante los primeros años de la reforma energética. En 2015, México tenía una capacidad eólica de 3,271 MW, y para 2024 esta cifra subió a 7,318 MW, lo que representa un crecimiento del 123.7%.

Sin embargo, es importante señalar que la mayor parte de ese crecimiento ocurrió entre 2015 y 2019. Para entonces, la capacidad instalada ya alcanzaba los 6,541 MW. Entre 2019 y 2024, el aumento fue apenas de 777 MW, mostrando una clara desaceleración. Esta caída en el ritmo de expansión se atribuye a la incertidumbre generada por los cambios regulatorios promovidos por la llamada Cuarta Transformación.


Energía solar: el verdadero protagonista

La energía solar ha sido, sin duda, la gran protagonista del avance renovable en México. En 2015, el país apenas contaba con 295 MW de capacidad instalada. Para el cierre de 2024, esta cifra se disparó hasta 11,992 MW, lo que implica un incremento de más de 40 veces.

A diferencia de la energía eólica, el crecimiento de la energía solar no se vio frenado con el cambio de administración. Empresas privadas, industrias, y hogares han adoptado la tecnología fotovoltaica con rapidez, motivados por el deseo de reducir costos operativos, ganar independencia energética y cumplir con objetivos de sostenibilidad.


Hidroeléctricas: una apuesta que no alcanzó su meta

A pesar de que el gobierno federal priorizó el desarrollo de la energía hidroeléctrica como parte de su estrategia para fomentar una “transición energética soberana”, los resultados han sido modestos. En 2015, la capacidad instalada de hidroeléctricas era de 12,223 MW, y para 2024 apenas había crecido en 615 MW.

Aun así, el gobierno federal invirtió cerca de 1,200 millones de dólares entre 2019 y 2023 para la modernización de 20 centrales hidroeléctricas. Aunque estos esfuerzos son valiosos para mantener la infraestructura existente, no representan un crecimiento significativo frente a la creciente demanda energética del país.


Energía solar industrial: una tendencia en expansión

Cada vez más empresas en apuestan por soluciones de energía solar para reducir su dependencia de la red eléctrica, estabilizar costos y mejorar su huella ambiental. En este contexto, compañías como ReneSola han tomado un papel destacado en el mercado mexicano.

ReneSola, fabricante de paneles solares con presencia global, ha sido reconocida durante 12 años consecutivos en la lista Tier 1 de BloombergNEF. Gracias a su alianza con BayWa r.e., el mayorista solar más grande de México, ReneSola ha consolidado una red de distribución nacional que garantiza entregas ágiles y soporte técnico local.


¿Por qué las empresas mexicanas eligen paneles solares ReneSola?

  • Independencia energética y control de costos: Las empresas ganan autonomía y reducen su exposición a las variaciones de tarifas.

  • Mayor rendimiento y durabilidad: Gracias a su tecnología N-Type bifacial, los paneles capturan luz por ambas caras, generando más energía que los paneles tradicionales.

  • Retorno de inversión atractivo: Sus módulos ofrecen un rendimiento constante, lo que hace más predecibles los retornos financieros.

  • Soporte técnico confiable: Con presencia local y garantías de hasta 30 años, ReneSola se posiciona como un proveedor estable y confiable.


Testimonio desde el campo: confianza en la calidad

Miguel Estrada, instalador solar en Puebla, destaca la importancia de trabajar con marcas confiables:

“Instalamos paneles ReneSola en una empresa de autopartes y el cliente quedó muy satisfecho: buen rendimiento, cero problemas y entrega a tiempo. Eso facilita todo”.

Este tipo de experiencias resalta el valor añadido de contar con un proveedor que garantice tanto la calidad del producto como el respaldo técnico y logístico.


El futuro de las energías renovables en México

México tiene un enorme potencial para seguir creciendo en energías renovables, en especial solar y eólica. Sin embargo, para lograrlo es necesario:

  • Establecer una política energética clara y estable que favorezca la inversión.

  • Fortalecer la infraestructura de transmisión eléctrica para incorporar nueva generación limpia.

  • Promover incentivos fiscales y financieros para empresas y hogares que adopten tecnologías verdes.

  • Apostar por la innovación tecnológica y la capacitación del talento nacional en energías limpias.


El crecimiento de las energías renovables en México durante los últimos nueve años es motivo de reconocimiento, pero también plantea desafíos futuros. La expansión del sector solar, el desarrollo limitado de hidroeléctricas y la desaceleración eólica revelan la necesidad de una estrategia energética integral y sostenible.

En un entorno donde la transición energética es clave no solo para el medio ambiente, sino también para la seguridad y la competitividad económica, México tiene la oportunidad de convertirse en un líder regional. Para lograrlo, el país debe apostar por la continuidad, la innovación y el respaldo a empresas y tecnologías que ya están marcando la diferencia.

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