La comunidad de San Miguel Xoxtla, en el estado de Puebla, enfrenta una alarmante crisis de agua que podría agravarse drásticamente tras la presunta entrega del pozo 4 a la empresa concesionaria Agua de Puebla para Todos. Más de 10 mil habitantes dependen directamente de este pozo, no solo para el consumo personal, sino también como fuente esencial para su sustento económico a través del cultivo de maíz.

El pozo 4, vital para Xoxtla, en riesgo por acuerdo municipal

Durante una reciente sesión de Cabildo Abierto, celebrada en el zócalo del municipio, pobladores expresaron su indignación ante lo que consideran una traición por parte de las autoridades municipales. Afirmaron que la alcaldesa Guadalupe Ortiz Pérez habría pactado en lo “oscurito” la cesión parcial del pozo 4 a Agua de Puebla, para abastecer zonas de la capital del estado.

Esta decisión, según los testimonios de los afectados, podría provocar un desabasto generalizado que afectaría hogares, escuelas, centros de salud, iglesias, oficinas públicas y, sobre todo, los campos de cultivo que representan el sustento de cientos de familias.

Campesinos pierden hasta el 50% de sus cosechas por la falta de agua

El impacto más visible y preocupante de esta situación es el que sufre el sector agrícola. Severiano Gómez, campesino de 63 años originario de Xoxtla, relató que por primera vez en décadas no pudo iniciar sus cultivos en marzo, como es tradición, y tuvo que esperar hasta junio gracias a las lluvias.

Esto representa, para él y muchos otros campesinos, una pérdida del 50% de sus cosechas anuales. “Ya perdí la mitad del año, y lo peor es que la presidenta no nos da soluciones”, expresó.

El cultivo de maíz, actividad tradicional y fundamental para la economía local, depende de un calendario específico de siembra que va de marzo a septiembre. La alteración de este ciclo por la falta de agua pone en riesgo la soberanía alimentaria de la región.

La vida cotidiana en Xoxtla, paralizada por el desabasto de agua

El problema no solo afecta al campo. Berenice Hernández y su esposo, José Carlos Álvarez, han tenido que recurrir a pipas para abastecer su hogar desde principios de año. “Cada semana tenemos que pagar entre 500 y 700 pesos por una pipa. No podemos seguir así”, afirmaron.

Vecinos como Alejandro Hernández y Ernesto Jiménez han visto afectadas sus actividades comerciales por la falta del líquido, lo que se traduce en pérdidas económicas directas y estrés constante en sus familias.

Fracaso del Cabildo Abierto: alcaldesa abandona el diálogo con la comunidad

El lunes 2 de junio, cientos de ciudadanos se congregaron en el Cabildo Abierto convocado por presión social tras varios días de protestas. El objetivo era exigir a las autoridades municipales la revocación del presunto acuerdo con Agua de Puebla. Sin embargo, la sesión fue caótica desde el principio.

Los regidores llegaron tarde y, al ser cuestionados, primero negaron la existencia del acuerdo, para después decir que “no era tan sencillo revocarlo”. Ante esto, la molestia de los asistentes creció y algunos amagaron con dirigirse a Casa Aguayo para pedir la intervención del gobernador Alejandro Armenta Mier.

Como resultado de la presión, la presidenta municipal abandonó la reunión sin ofrecer soluciones, dejando a la comunidad sin respuestas y con un profundo sentimiento de abandono institucional.

Movilizaciones ciudadanas: bloqueos, protestas y exigencias de autogestión del agua

Esta no es la primera vez que los habitantes de Xoxtla se movilizan en defensa del agua. El pasado 28 y 29 de mayo, los pobladores bloquearon durante 48 horas la autopista México-Puebla, uno de los tramos carreteros más importantes del país. Esta acción se llevó a cabo para exigir una reunión con el ayuntamiento y evitar que el pozo 4 sea entregado.

Aunque accedieron a liberar la circulación tras acordar un diálogo para el lunes siguiente, el fracaso del Cabildo Abierto reavivó las tensiones. Incluso se anunció un posible desconocimiento del ayuntamiento, al considerarlo incapaz de defender los intereses del municipio.

La intervención estatal no calma las aguas

El subsecretario de Gobernación del estado, Mario Alberto Rincón González, intentó mediar en la crisis. Sin embargo, su intervención fue recibida con abucheos y gritos por parte de los asistentes.

“Les tendemos la mano. Queremos revisar los documentos firmados, asegurar que Xoxtla no se quede sin agua”, declaró el funcionario. Pero los pobladores se negaron al diálogo, alegando que ya no confían en ninguna autoridad que no represente directamente a la comunidad.

El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua se suma a la lucha de Xoxtla

La lucha de Xoxtla ha resonado más allá de su territorio. El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua, una organización social con presencia regional, expresó su respaldo a los habitantes. Exigen la cancelación total del convenio firmado en 2023 por la exalcaldesa Guadalupe Siyancan Peregrina Díaz y el control comunitario del pozo 4.

Para ellos, la lucha no se limita al acceso al agua, sino a la defensa de los derechos colectivos, la autodeterminación de los pueblos y la protección de los recursos naturales ante intereses empresariales.

Agua de Puebla para Todos: empresa señalada por sobreexplotación y falta de transparencia

La empresa Agua de Puebla ha sido, desde su llegada, objeto de múltiples señalamientos por parte de activistas, académicos y ciudadanía. Se le acusa de sobreexplotar acuíferos, aplicar tarifas excesivas, ofrecer un servicio deficiente y actuar con opacidad en la firma de convenios con municipios.

Xoxtla se suma a la lista de comunidades que resisten el modelo de concesión privada del agua, al considerar que convierte un derecho humano en un negocio lucrativo sin rendición de cuentas.

¿Qué sigue para Xoxtla? La lucha por el agua continúa

El panorama es incierto. La ruptura del diálogo entre autoridades y habitantes, sumada a la falta de voluntad política para transparentar los acuerdos, augura una profundización del conflicto.

Sin embargo, los pobladores de Xoxtla han dejado claro que no permitirán la entrega del pozo 4 sin luchar. A través de asambleas populares, bloqueos y alianzas con movimientos sociales, están construyendo una narrativa de resistencia que podría marcar un precedente para otros municipios en situación similar.


El agua no se vende, se defiende

La crisis de agua en Xoxtla es un ejemplo claro de cómo las decisiones tomadas sin consulta y sin transparencia pueden romper el tejido social y poner en riesgo la vida comunitaria. Los pobladores no solo están exigiendo agua, sino justicia, participación y respeto por su territorio.

En tiempos de crisis climática, sequías prolongadas y sobreexplotación de recursos, es urgente repensar la gestión del agua desde un enfoque de derechos humanos, sostenibilidad y gobernanza comunitaria.

Xoxtla alza la voz, y con ella, la de muchos otros pueblos que aún luchan por el control soberano de sus bienes comunes.

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