La narrativa política como herramienta de poder

La narrativa política es un elemento esencial en la forma en que los líderes se comunican con la sociedad. Es el arma secreta con la que moldean la realidad. A través de discursos, símbolos cargados de emoción y medios de comunicación como maquinaria principal, los políticos construyen relatos que buscan influir en la percepción pública y conquistar a su público.

En este ensayo se expondrá la definición de la narrativa política, así como sus características clave y cómo estas influyen en la construcción de la imagen pública y en la movilización del apoyo popular.


La percepción pública y su importancia

La percepción pública es como una plastilina moldeable. La manera en la que se cuentan las cosas sí cuenta.

En palabras de Enrique Silva (2024), la narrativa política construye historias que no solo informan, sino que también intentan mantener a su público cautivo. Así logran controlar las opiniones, convirtiéndola en una herramienta estratégica que influye directamente en el comportamiento de los actores dentro del ambiente político.

Esta capacidad de convencimiento permite a los líderes conectar con el electorado y marcar la diferencia en un debate público.


Elementos esenciales de la narrativa política

El discurso como eje central

Con el fin de ser efectiva, la narrativa debe contar con ciertos elementos: un discurso firme, el uso de símbolos que inciten a las pasiones de las personas y, por supuesto, la poderosa presencia de los medios de comunicación.

El discurso se presenta de manera en que se arme una estructura que le dé validez a quien lo pronuncia. Este elemento tiene que poseer coherencia dentro de las ideas que busca difundir. Además, debe reforzar la conexión entre el líder y el público (Gitlin, 2003).

Para que funcione, el discurso tiene que estar acompañado por los símbolos y emociones que alimentan la percepción colectiva.

El papel de los símbolos

Estos mismos símbolos son otro argumento que mantiene los proyectos y los dichos frescos en las personas.

Montiel y Palacios (2018) señalan que las imágenes no solo deben generar simpatía, sino que también ayudan a centrar la atención en puntos clave del mensaje que se quiere emitir.

En un mundo comercial, la narrativa política es un medio para promocionar ideas y perfiles que generen confianza y que, a su vez, sumen a la legitimidad del personaje político.

Los medios de comunicación como difusores

Los medios de comunicación han sido fuente de poder y contrapoder a lo largo de la historia.

La comunicación y el acceso a información son cruciales para tomar decisiones. Como característica de la narrativa política, son fundamentales para difundir de manera más amplia los discursos y los símbolos, sin la necesidad de que seas un seguidor leal.

En ocasiones, es en esta ventana de oportunidad donde el público indeciso puede ser clave para ganar un simpatizante más.


Una mirada teórica: Laclau y la construcción de identidades

Otra perspectiva sobre la narrativa política es la que expone Laclau (2005). Él aporta una visión en la que esta herramienta no solo necesita del discurso, sino que también busca crear acuerdos al unir la identidad de las personas comunes con los intereses políticos.

Estos tres factores son cruciales para la construcción de una narrativa fuerte que logre permanecer en el imaginario de las personas.


La narrativa como lente de la realidad

La narrativa, en resumen, representa la esencia de un líder. Con el cumplimiento de las herramientas que la componen, es capaz de generar un impacto en su público.

Es por eso que la narrativa es un lente capaz de distorsionar la realidad. Posee fuerza en la construcción de la confianza pública y en la reacción de su público.

Sin embargo, aún quedan pendientes discusiones más profundas sobre las características que permiten problematizar cómo la narrativa política influye en la percepción de un electorado.


Bibliografía