LA CÚSPIDE DE LA CORRUPCIÓN: CARLOS ROMERO DESCHAMPS.
Por: Kenny De Ita Carranza
El trabajo de un líder sindical debe apegarse a la gestión y defensoría de los derechos laborales de los trabajadores que en él, por medio de un ejercicio democrático, han depositado su confianza. Sin embargo, durante los teatrales 26 años en que Carlos Romero Deschamps secuestro la dirigencia Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, jamás lo termino de entender.
Por su parte, Romero Deschamps, dedico sus esfuerzos al exclusivo fin del enriquecimiento ilícito a costa de los derechos de cientos de miles de trabajadores del sector petrolero. Así como a su posicionamiento político.
Pues si bien, desatendió sus obligaciones y responsabilidades como líder sindical, jamás compartió esa ineptitud con su ambición voraz y vulgar por el poder.
Todo esto a razón de su infaltable ejercicio como senador y diputado bajo manto protector y cómplice del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Es menester recordar que la secretaria general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana fue un premio político por su operación y fidelidad al servicio del partido institucional, por parte de Carlos Salinas de Gortari.
Su poder era innegable; fue cinco veces legislador de representación proporcional, como diputado en tres ocasiones (1979-1982, 1991-1994 y 2000-2003) y como senador en dos (1994-2000 y 2012-2018).
Al mismo tiempo, se sobrepuso a su función como secretaria general del STPRM de 1993 hasta su renuncia el 16 de octubre de 2019, tras ser reelecto en 4 ocasiones consecutivas.
Todo ello sin certificado alguno que abalara un mínimo de educación técnica o superior,
Bajo el preciso tenor de las fechas, es innegable el peculado y tráfico de influencias con el que atendió su deuda con el sector priista.
En 2000, el Instituto Federal Electoral reveló el desvío de 1500 millones de pesos de fondos sindicales de Pemex en apoyo a la campaña presidencial del candidato Francisco Labastida Ochoa.
De acuerdo con investigaciones el entonces director de Pemex, Rogelio Montemayor, hizo un convenio con el secretario general y el tesorero del sindicato, Romero Deschamps y Ricardo Aldana Prieto para entregar a la Secretaría de Finanzas del PRI el monto anteriormente expuesto.
Sin embargo, a pesar de existir un proceso judicial formalmente abierto por el delito de peculado electoral, la Procuraduría General de la República, citando falta de pruebas, suspendió el proceso en 2006.
Ninguna de las partes involucradas fue puesta a disposición de la justicia.
Durante el 2013 El diario Reforma reveló que Pemex otorgó un préstamo de 500 millones de pesos al STPRM. La justificación emitida por Deschamps y sus colaboradores encontró sustento en la presunta construcción de viviendas para los trabajadores.
No obstante, a la par interpusieron más de 30 amparos para conservar el hermetismo del acuerdo. A la fecha, se desconoce el paradero de la citada cantidad.
De 2016 a 2018, a través de las cláusulas 251 y 251 bis del Contrato Colectivo de Trabajo, le fueron entregados mil 189.6 millones de pesos para viajes terrestres y aéreos, eventos, obras de construcción, teléfonos, entre otros conceptos.
De la anterior cantidad, fueron comprobados 530 millones de pesos, mientras se desconoce a la fecha el paradero de 658 millones de pesos.
En febrero del presente año trabajadores petroleros interpusieron una denuncia ante la fiscalía general de la República (FGR) contra el exsenador, a quien acusaron de haberlos defraudado por 150 millones de dólares.
Finalmente, en julio del presente año se dio a conocer que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) presentó ante la fiscalía general de la República (FGR) dos denuncias contra el líder del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps por los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.
En las denuncias están incluidas su esposa, sus hijos, su nuera y una de sus sobrinas.